Fibrolisis diacutanea (Ganchos)

La fibrólisis diacutánea es el método propio de la fisioterapia para el tratamiento de las algias mecánicas del aparato locomotor por la destrucción de adherencias y corpúsculos irritativos mio-aponeuróticos mediante unos “ganchos” aplicados sobre la piel.

El iniciador del método fue Kurt Ekman, fisioterapeuta sueco que colaboró en el servicio londinense de James Cyriax en los años que siguieron a la Segunda Guerra Mundial, como una evolución de su masaje transverso profundo. 

Actualmente la técnica se realiza con unos ganchos (“crochet”) que actualmente se fabrican de acero inoxidable, aunque en sus comienzos se experimentó con instrumentales de hueso, latón o madera. Cada gancho presenta una curvatura diferente que permite alcanzar los múltiples relieves anatómicos que se interponen entre la piel y la estructura a ganchear.

Los efectos de la fibrolisis son:

  • Efectos mecánicos: Estos efectos se producen en las adherencias fibrosas que perturban la movilidad de la zona afectada
  • Acción circulatoria: La fibrolisis diacutánea mejora o estimula la circulación sanguínea y linfática.
  • Acción refleja: La fibrolisis diacutánea inhibe los puntos reflejos.
Fibrolisis diacutanea

Indicaciones:

  • Tratamiento de adherencias consecutivas a un traumatismo o a una intervención quirúrgica.
  • Tratamiento de las algias inflamatorias, o no, del aparato locomotor: tendinitis, lumbalgias, pubalgias, tortícolis, fascitis plantar, síndrome del hombro doloroso.
  • Tratamiento de neuralgias consecutivas a una irritación mecánica de los nervios periféricos: Neuralgia de Arnold, ciatalgia, neuralgia cervico-braquial e intercostal.

Contraindicaciones:

  • Ciertos problemas dermatológicos
  • En pacientes con tratamiento anticoagulante
  • En casos de fragilidad capilar
  • En niños o ancianos.

La Fibrólisis diacutánea es un método propio de la fisioterapia y debe ser realizada por un fisioterapeuta formado especificamente en la materia para garantizar la eficacia del tratamiento.